domingo, 12 de julio de 2009

Domingo, 12 de julio

Salimos hacia la frontera y encontramos un pueblo en el que se ve que están construyendo una escuela, para allá que vamos. Preguntamos por el profesor pero allí nadie habla inglés. Al final conseguimos dar una bolsa de juguetes a los chavales del pueblo y una caja con material escolar para la nueva escuela, dejándosela a un paisano que nos inspira confianza.

En el reparto de juguetes tenemos que tener mucho cuidado con las mujeres del pueblo porque empiezan a meter mano y a coger juguetes de la bolsa y a acumularlos. Hay que empujarla y decirles “niet” en todo momento.

Continuamos hasta la frontera.

Hace un día de calor abrasador. La frontera está situada en un arenal. La salida de Kazajstán nos resulta bastante fácil y sin pagar nada. Llegamos a la entrada de Uzbekistán donde es más caótico todavía y empleamos mucho más tiempo de una garita a otra bajo un sol abrasador. Pagamos 6 € por el permiso de circulación y en una de las colas siguientes una mujer militar uzbeka pregunta a Jenni que de dónde somos y nos cuela, todo un palo, aunque luego tardamos casi tanto como si no nos colara. El poli le da un tecito a Jenni. Revisión de coches somera, sellado de pasaportes, Jenni y Luis se van sin sellar y tienen que volver porque no les dejan salir de la frontera. Salimos y nos dicen que el seguro en unos 20 km lo podemos hacer.

Allí hay un control policial pero es para cobrar un impuesto de contaminación de 30 € por coche, un palo. Al final toma los datos y no nos cobra nada, pensamos que porque son modernos los coches y contaminan. Le preguntamos por el seguro y nos dice que en Uzbekistán no hace falta seguro para el coche, que no bebamos y que si nos vamos a chocar frenemos.

El forito fantástico
Seguimos ruta y nos encontramos la pista cortada con unas piedras porque estaban asfaltando. Había que salirse en paralelo por unos arenales de la leche. Hablamos con el paisano a ver si podemos evitarlo pero no hay forma, así que a hacer arena con los foritos. Pasamos varios arenales enormes y descubrimos que en primera a fondo pasa por cualquier sitio sin quedarnos atascados, nos lo pasamos bomba. La arena subía hasta el techo y en la luna no nos dejaba ver, había que ir con el limpia encendido. Grabamos unos videos y volvemos a la pista. Los coches cogen arena por todas partes y luego los electroventidadores vibran muchísimo cuando se conectan.

Nos vuelven a parar y a tomar los datos un poli bastante colgado que te gritaba de broma pero te acojonaba las primeras veces.

Lavado de piés
Continuamos la pista en un tramo bastante malo y nos encontramos a una familia que ha pinchado su coche, tienen un niño muy pequeño. Les preguntamos si podemos ayudar y nos dicen que ya se han llevado la rueda a reparar y les damos una garrafa de agua que nos piden.

Cuando empieza a anochecer pasamos Asqalag y buscamos una pista que nos aleja un poco de la carretera, allí acampamos. Revisamos los coches, limpiamos un poco los electros. Estábamos tan polvorientos que nos lavamos pies y piernas con una ducha portátil y un barreño. El agua que llevábamos no para una ducha completa.

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