sábado, 1 de agosto de 2009

Sábado, 1 de agosto

Estrenamos mes en Mongolia. Alex y yo pasamos juntos, una noche inolvidable. No, no penséis mal, ya que él estuvo con fiebre y no pudo a penas conciliar el sueño y yo devolví todo lo comido y la manzanilla cenada y además fui al baño 5 ó 6 veces.

Con unas ganas y unas fuerzas tremendas, como os podéis imaginar, nos ponemos en marcha a recorrer el desierto mongol.

Condujimos durante el día a una velocidad excesiva, 60 km/h, que días más tarde pagaríamos. Por la noche montamos el campamento en un sitio lleno de mosquitos, a los que no les afectaba nada, ni la espiral antimosquitos, ni el relec, así que cenamos deprisa y nos metimos en la tienda a dormir.

Como ha sido un día un poco apático e intranscendente y tenemos fotos del “Tolé Ondulé” (proviene del francés y significa uralita) que no sabemos dónde meterlas os voy transcribir lo que pone en nuestro diccionario de la R.A.F.

La R.A.F. (Real Academia Francesa) define Tolé Ondulé como:
Conjunto de surcos dispuestos transversalmente a la dirección de una pista de arena o grava formado por el paso reiterado de vehículos.
Al ser atravesados con los Ford causan los siguientes daños : recolocación del equipaje que está en el maletero, vibración de todo el coche, se aflojan los tornillos (del coche), provocan averías a los tres días de circular por él, dolor de cuello y cabeza, y cansancio generalizado…

Tolé ondulé
Como es un tema apasionante y no tenemos tiempo de expresar todos nuestros conocimientos, si hay alguna chica (a partir de 20 años) que quiere saber más del “tolé ondulé” que llame al 676065788, que gustosamente le resolveremos todas las dudas que se le puedan plantear. Los chicos que se abstengan, aunque sé que es un tema que les interesa muchísimo.

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