Después de levantarnos y asearnos cogemos la nacional asfaltada que se dirige hacia Ulaan Baatar. Es una buena carretera aunque al estar en obras, a veces tenemos que coger pistas que discurren paralelas y que nos hacen recordar tiempos pasados.
En el tránsito por Mongolia hemos visto todo tipo de aves: Grullas, milanos, halcones, águilas, patos, gaviotas, charranes, lavanderas, cigüeña negra y muchos paseiriformes (pájaros de pequeño tamaño).
Águila dorada
En esta carretera llama la atención la gran cantidad de águilas y milanos que hay, dejándose acercar muchísimo, ya que en este país afortunadamente nadie les hace daño.Al lado de la carretera había un lugar con dunas donde podías dar un paseo en camello.
Por fin, culmina nuestro viaje con la esperada llegada a la capital de Mongolia cumpliéndose de esta manera los planes establecidos meses antes en España.
Llegada a Ulaan Baatar
Entramos en Ulaan Baatar, buscamos hotel y llamamos por teléfono a Oyuna para solucionar al día siguiente la cesión de los coches a un orfanato o a gente para que vayan a visitar a ancianos que se encuentran solos y desvalidos.Preguntamos dónde podemos hacer una llamada urbana y en un bar nos contestan que hay personas que se ponen en la calle con un teléfono inalámbrico para poder efectuar llamadas.
Después quedamos con la cónsul honoraria (Oyuna) y con su marido para llevar los coches a un garaje. Cenamos todos juntos, comentamos nuestro viaje con ellos y nos llevaron al hotel.
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